Te quiero atrapar.

Debo admitir que me siento un poco impaciente porque estés cerca tácitamente y no sólo en mi cabeza, que de verdad te decidas por venir a buscarme porque me extrañas y no porque te lo pida.
Quisiera pensar que esta rabieta no es en vano, que el dolor será recomenzado de alguna forma, que pedirás perdón porque me estás haciendo pasar por todo esto, pero supongo que lo peor es que ni siquiera te importa.
Te estás yendo y, aunque sé que no eres mío y que que nunca lo fuiste y pese a que sé que nadie pertenece a nadie, me mata el hecho de que tú ni siquiera lo intentaste, jamás tuviste intención de quedarte, ni a partes, ni como un buen recuerdo.
Quizá todo esto pasó por ser tan apresurado, porque desde el inicio fue algo que no habíamos planeado y no aspirábamos a que durara.
Efímero. Así lo habíamos establecido.
Debí haber estado preparada, ya sabía que había un muro que nos impediría seguir, que iba a doler porque iba demasiado rápido, porque iba decidida y porque no me importaba.
Pero nunca me imaginé que ese muro serías tú.©

De la página de Faceboock- GARGANTA DE ALGODÓN.

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