- La rana rota y el buey
- FEDRO
En un prado, cierta vez, una rana vio a un buey, y, tocada por la envidia de tanta grandeza, su rugosa piel infló. Entonces a sus hijos preguntó si era más grande que el buey. Ellos dijeron que no. De nuevo tensó su piel con mayor esfuerzo, y de similar modo preguntó quién era mayor. Ellos dijeron: "el buey". Nuevamente indignada, mientras quiere más fuertemente inflarse, con su cuerpo roto yació.
El pobre, mientras quiere imitar al poderoso, perece.
|
..........................................................................................................
Las dos perras
FEDRO
Suelen envolver una asechanza las caricias de los malos, y para no caer en ella, nos conviene tener muy presente lo que diremos a continuación.
Una perra solicitó de otra permiso para echar en su choza la cría, favor que le fue otorgado sin dificultad alguna; pero es el caso que iba pasando el tiempo, y nunca llegaba el momento de abandonar la choza que tan generosamente se le había cedido, alegando, como razón de esta demora, que era preciso esperar a que los cachorrillos tuviesen fuerzas para andar por sí solos.
Como se le hiciesen nuevas instancias, pasado el último plazo que ella misma había fijado, contestó arrogantemente : «Me saldré de aquí, si tienes valor para luchar conmigo y con mi turba.»
Si dais entrada al malo en vuestra casa, os echará de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario