NELLY YA NO ERA LA MISMA.

Tímida, temerosa de salir de su vida plana y gris…Llena de miedos que ponían una valla invisible en su relación con los hombres. Sus amigas la tentaban a liberarse, a hacer volar sus seguramente frondosas fantasías. Pero no…Un no eterno era su respuesta. Un encuentro con ex compañeras egresadas de la secundaria la pusieron a prueba. Debería presentar una historia, un novio, un marido…No podía encontrarse con mujeres que seguramente tenían una historia sentimental y hasta amantes sin…nada.  Tenía que mostrar algo que oculte  su vida solitaria. Contrató, por esa noche, un acompañante.  Un actor independiente de mediana edad y muy buena presencia. Un hombre con todas las letras.  Por un rato, por una noche…Sería su novio y lo presentaría en sociedad ya que la iría a buscar a ese lugar de reunión y compartiría un rato con sus amigas.   Al volver,  en la puerta de su casa quiso pagarle los servicios  pero él no quiso. Nico así se llama,  con su pie trabó la puerta que lo despedía de ella…Y Nelly, por fin no tuvo más remedio que entregarse…Descubrió lo mucho que necesitó el sexo en esos años de ostracismo…Él descubrió esos pechos desafiantes que había intuido estaban debajo de esa ropa castradora. Ese miembro que muchas veces estuvo en su cabeza ahora paseaba por la boca de Nelly…Sus pechos endurecidos lo frotaban una y otra vez. La lengua de él paseaba por todo su cuerpo. Cuando la penetró, llegó al orgasmo casi sin reaccionar…Y quiso más…Montó sobre él y cabalgó sin cesar…Una y otra vez con movimientos oscilantes y vibrantes sintió que le penetraba hasta el alma…Tal cual imaginó en su fantasías reprimidas… ¡Alguien al fin navegaba en sus aguas! Cuando sintió el semen en su interior pensó que se moría de placer…El gemido fue casi al unísono…Allí supo que nunca más se negaría ese placer. Cuando se despidieron, él con la mano acariciando su intimidad le prometió volver esa misma noche.

Y volvió a su vida. Al preguntarle una de sus amigas de siempre como había pasado la velada con sus ex compañeras…Solo dijo: “Fue un placer…Un orgasmo de placer” No hay duda, Nelly ya no era la misma.

AUTOR

ENRIQUE DI BAGGIO