EL OTRO YO DEL DOCTOR.

EL OTRO YO DEL DOCTOR.
AUTOR: ENRIQUE DI BAGGIO
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Capítulo2.

Bloque 1

El doctor trataba de escuchar los sonidos de Mozart que siempre tranquilizaban sus nervios. Se tomó minutos para reaccionar...Como absurda defensa le preguntó de ¿Dónde sacaba esa información?. Mientras, Sarratea,  hacia girar una lapicera que había tomado del escritorio...El tenue sonido que hacia lo ponía más nervioso al doctor y mostraba la confianza que se había tomado Raúl. "Esa información me la dan amigos míos...Algunos entrañables amigos míos. Yo también fuera del hospital vivo la noche...La diferencia con vos es que no aparezco ante los demás como el aséptico, inmaculado y moralista que no soy. Tampoco le exijo a mis compañeros como vos hacés con los médicos de tu equipo que vengan descansados, bien dormidos a su trabajo  que en el caso de ustedes es nada más ni nada menos que operar...¡Eso pedís caradura!...Pero la una de las noches que estuviste con amigos míos gay te acostaste a las 4 de la mañana y a las 8 estabas operando una rodilla" . Miguel Angel sintió frío de repente...Sus expertas manos estaban heladas...Solo le preguntó: ¿Qué quería? "Lo que quiero es plata" Detuvo el giro de la lapicera y lo miró fijamente a los ojos: Vos gastás bastante para armar tus fiestas con el nombre de Valentino...¿Así te haces llamar no? Valentino recluta chicas y chicos y paga...¿Pero sabés qué? Algunos de ellos viven mal...Y son mis amigos...Yo no tengo ambiciones para mí, pero quiero ayudar a algunos de ellos, vendría a ser como "El recaudador" La risa sarcástica hizo que Miguel ya no escuchara la música...Estaba hundido en su miedos que silenciaban el ambiente que lo rodeaba. Raúl le arrojó la lapicera unos centímetros hacia delante y le dijo lacónico y sin esperar respuestas: "Te espero a las 8 en el bar de enfrente"

Bloque 2:

Adriana la esposa del doctor, lo llama al terminar la hora de consultas...Rutinariamente le preguntaba a qué hora llegaría para la cena...Lo sintió nervioso...Conocía a su marido. Sabía cuando no debía hablarle porque estaba concentrado...Cuando debía apoyarlo...Y también, solo con su voz, sabía cuando estaba nervioso o preocupado por algo. Le dijo que llegaría un poco más tarde que tenía que quedarse un rato más...Calló que iba al bar de enfrente a encontrarse con alguien que conoció a ese Miguel del que le hablaba su psicólogo...Después de todo, como le dijo el profesional...Los dos son Miguel Angel Bocchino...Hoy debía enfrentar a un chantajista respondiendo  por el menos conocido apodado Valentino...La música de Mozart dejó de sonar...Él hacía rato que no la escuchaba.

Bloque 3.

Durante dos meses, llamadas...Encuentros semanales en el bar...La extorsión estaba en marcha. Sarcasticamente Raúl lo amenazaba y hasta lo llamaba  a su casa. Más de una vez habló con Adriana, preguntando por él. En el único lugar que no le tocaba el tema era cuando lo cruzaba en el hospital. Después de todo, para Raúl también era un lugar inmaculado.
En su oficina de la división homicidios de la Polícia Federal el comisario Adalberto Quiroga, reconocido en la fuerza por su decencia y sobre todo por su eficacia, hablaba de fútbol con su querido detective Pezoa, al que mucho no le interesaba el deporte de la pelota... A él le gusta la pesca que lo desenchufa de las cosas fuertes que tiene que ver en su trabajo. Pero cuando Quiroga se metía con el tema Fútbol...No se lo podía parar. Después de todo es el jefe, pensaba. El día venía bastante tranquilo hasta que el detective Chamorro traé la noticia que los moviliza: " Encontraron un hombre muerto en su casa...El cuerpo está  reclinado en su bañera llena de agua ,  vestido y  con su cabeza dentro del agua y su cuerpo fuera...Ya están yendo los forenses" Quiroga cambia su expresión y se mete en  su trabajo de lleno..." Pezoa y vos Chamorro  se van para la escena y mantenemos contacto permanente...Una pregunta: ¿Como se llama el occiso?" Chamorro busca donde había anotado el nombre: Raúl Sarratea , dice secamente.

FIN DEL CAPÍTULO.