CÁRCEL
DE DEVOTO - 17-06-13
P: Bienvenido al Call Center de la
Cárcel de Devoto. Si quiere hundir a Vicente Vidente, digite 648.
E: ¡Este servicio es cada vez más
inteligente! 6, 4, 8. (MARCA)
P: Bienvenido, Quiquito, al call
center de la cárcel de Devoto.
E: Me halaga que el sistema me
reconozca la voz.
P: Señor Quiquito, le recordamos
que usted adeuda: diez – mil – pesos en concepto de soborno para obtener
información confidencial del Servicio de Inteligencia de la Cárcel de Devoto.
E: ¡¿Diezmil pesos?! ¡Están en
pedo!
P: Si usted piensa que estamos
ebrios y no tiene pensado abonar, marque 1.
E: Obviamente marco 1. (MARCA)
P: Usted eligió ganarse un enemigo
importante. En los próximo minutos, un comando especial irrumpirá en su casa y
se la dará vuelta. Si está de acuerdo, digite 2. Si en cambio lo meditó con
tranquilidad y prefiere renegociar la deuda, digite 842.
E: Estas extorciones me ponen de
la nuca. 8, 4, 2. (MARCA)
P: ¡Qué bueno! En la cárcel de
Devoto, nos encanta renegociar deudas con nuestros clientes. Próximamente nos
estaremos comunicando con usted para combinar algún número que nos cierre más a
nosotros que a usted.
E: Siempre salgo perdiendo.
P: Si desea escuchar la nueva
sesión de Pablo Mezado con Vicente Vidente en el marco de la perippppcia
psicológica para usar esa información en su contra, diga “woooooowww”.
E: ¡Wooooooooowwwww!
P: ¡Felicitaciones, Quiquito! A
continuación escuchará lo prometido.
TONO
V: (SORPRENDIDO) Licenciado...
¿Qué hace en la puerta de esta celda?
P: Wow, wow, wow. Esto que llamas
celda es mi nuevo consultorio, ¿sabes?. (TRANS.) Y ya te he pedido, Vincent,
que no me dijeras licenciado. (NERVIOSO) No digo que no lo sea, tampoco digo
que lo sea. Sólo que... tu sabes, luego del caso Bloomberg... Mejor llámame
Pablo Mezado, ¿sí?
V: A decir verdad, “Licenciado
Mezado” no suena bien.
P: ¡Ahí lo tienes!
V: Pero no me explicó qué hace en
la puerta de la celda, (CORRIGE) digo, de su nuevo consultorio.
P: Tu sabes, Vincent. Tengo tantos
trabajos que en el apuro... olvidé mis llaves. Asíque... estés de acuerdo o no,
tendremos la sesión de la peripppcia psicológica aquí mismo en el pasillo.
V: (ENOJADO) ¡Pero... cómo puede
ser! ¡Es una falta de respeto al gran Maestro Vicente Vidente! ¡Qué poco
profesionalismo!
P: (OFENDIDO) Wow wow wow. What
the fuck?! Eso sí que no te lo permitiré, Vincent. Podrán llamarme improvisado,
podrán llamarme farsante y hasta podrán llamarme mentecato, pero nunca
permitiré que me llamen poco profesional, ¿entiendes?.
V: (INCÓMODO) Bueno, Mezado,
tampoco es para que se lo tome así.
P: Me lo tomo como me da la gana,
¿sí?
V: Bueno, pero... ¿Va a atenderme
en este pasillo sucio y frío? ¿No habrá otra celda disponible?
P: Aunque me haya olvidado las
llaves el alquiler de la celda, (CORRIGE) digo, del consultorio, me lo cobran
igual. No voy a pagar dos veces por una misma cosa.
V: Pero, ¡qué barbaridad!
P: Dime, Vincent. ¿Por qué te
afecta tanto el aspecto de este lugar? ¿Se parece a la casa de tu infancia?
V: (INCÓMODO) Bueno... no sé...
quizás... quizás un poco de ese champagne importado que trae en la bolsa me
refresque la memoria.
P: No se te escapa detalle, ¿eh,
Vincent?
V: (ORGULLOSO) Lo vi con mis
poderosos poderes mentales.
P: (INCRÉDULO) Sí, claro. (TRANS.)
Gracias al cielo, en el pabellón de los Wasones nunca falta el buen champagne y
como me deben algunos favores... tu sabes.
V: (ANSIOSO) ¡¿Me va a dar o no?!
P: Wow wow wow. Easy, men. Un
trago de champagne no se niega a nadie... ni siquiera a ti, Vincent. (TRANS.)
Sentémonos y... espero que no te moleste tomr del pico.
(SE SIENTAN)
V: ¡Deme eso! (TOMA)
P: (MALVADO) Eso es... toma del
pico... ¡Toma hasta el último trago! (RISA MALVADA)
V: (BORRACHO) Ya puedo sentir cómo
las burbujas suben a mi poderosa mente mental.
P: Eso es... quizás ahora puedas
hablarme de la casa de tu infancia. ¿Habrá algún dato que te incrimine o que
podamos usar en tu contra?
V: (BORRACHO) ¿Usar en mi contra?
P: (NERVIOSO) Quiero decir... en
contra de los bloqueos de tu inconciente.
V: ¿El inconciente de Enrique es
piquetero?
P: ¡Otra vez hablando de Enrique!
V: Pero si usted me lo nombra.
P: Concéntrate, Vincent. Estábamos
hablando de la casa de tu infancia.
V: Mi casa era... vieja y...
P: Eso es... sigue parloteando...
V: Este piso frío me recuerda a
cuando mis padres me encerraban en el sótano...
P: ¿Por qué te encerraban?
V: Es una larga historia.
P: (MOLESTO) Vamos a lo jugoso,
¿sí? No empieces como siempre a entrarle al parloteo.
V: ¿Parloteo?
P: Soy todo oidos, Vincent.
V: Cuando nací era tan feo que me
bautizaron Vicentito, el bebé vidente y feito
P: (RIE EXAGERADAMENTE) ¡No puedo
creerlo! ¡Tus padres son un ejemplo de lo que es adaptarse a una situación
difícil!
V: Éra la principal atracción del
barrio de Once. La gente venía a mi casa a conocerme y mis padres cobraban
entrada.
P: (SENTIDO) Wow wow wow... No
puedo creerlo.
V: (SENTIDO) Sí, es realmente
terrible lo que hicieron.
P: (ARRIBA) ¡Lo que no puedo creer
es que la gente pagara por verte a ti, Vincent!
V: Pasaron los años y al entrar en
la adolescencia la gente perdió su interés en mí.
P: (RIE) Por más que lo intente no
puedo imaginarte con 14 años... todo lleno de granos.
V: (SENTIDO) Había dejado de ser
un negocio para mis padres. Me acusaban de haber perdido mis poderes y por eso
me encerraban en el sótano.
P: Y, ¿por qué te encerraban ahí y
no en tu cuarto?
V: Porque en el sótano guardaban
las cientos de cajas con el merchandising de Vicentito, el bebé vidente y
feíto, que ya no le podrían vender a nadie.
P: ¡Wow wow wow! ¿Has dicho
merchandising? ¡Tus padres eran realmente astutos!
V: ¡Vicente Vidente no tiene
padres!
P: Pero si me acabas de contar
que...
V: (INTERRUMPE) ¡No tiene!
P: Wow wow wow. Easy, men.
(TRANS.) Dime, Vincent... ¿Cómo fue para ti perder tus supuestos poderes?
V: (ENÉRGICO) ¡Vicente Vidente
nunca perdió sus poderes!
P: Vamos, Vincent. ¿Quieres
hacerme creer que tus poderes son reales?
V: (ENOJADO – LE FALTA EL AIRE)
¡Vicente Vidente es el primer y único mentalista pre natal! ¡Si me pudiera
levantar del piso, me iría de aquí!
P: Wow wow wow. ¿De qué intentas
huir, Vincet?
V: (ENOJADO) ¡Vicente Vidente
nunca huye!
P: Easy, men. Al cabo que no es
tan importante.
V: ¡Todos deben llamarme gran
maestro Vicente Vidente!
P: Con que así deben llamarte,
¿verdad? ¿Qué hay del llamado del otro?
V: Bueno, creo que...
SUENA TELÉFONO
V: Qué raro... Habla de la llamada
del otro y le suena el celular.
P: Sabrás disculparme, Vincen.
Debe ser algún colega.
V: Usted hable, nomás. Yo me
entretengo con el champú.
P: (2DO PLANO) ¡Pupi! ¿Cómo estás,
querido? Yo lo más pancho, atendiendo al logi de siempre. ¡Sí, el ridículo de
la túnica! ¡No te puedo creer! ¡¿3 + 1 gratis en rueditas de skate?! No tengo
skate ni creo tener nunca en mi vida, pero... ¡Estaría loco si desaprovechara
esa oferta! ¡Claro, voy para allá! Le cobro al salame este y salgo. ¡No cortes!
¿Hay partido mañana? ¡Qué bueno! ¡Claro que voy! Dale, besis, ¡muac!
V: ¿Terminó?
P: El que terminó para que fuiste
tú, Vincent. ¡No has dejado nada en esa botella!
V: (BORRACHO) Es tan rico el
champagne...
P: (INCÓMODO) No sé si el oficial
Sobretodo le habrá comentado del reajuste de la tarifa...
V: ¡¿Otra vez?!
P: Tu sabes... con esto de que el
rojo se fue a la B...
V: ¡¿Qué tiene que ver?!
P: Tu sabes... negocios sos
negocios.
V: (ENTREGADO) ¿Cuánto es esta
vez?
P: $800.
V: ¡¿$800?!
P: ¡A penas alcanzamos a cubrir
los gastos de tu champagna importada, Vincent!
V: (SENTIDO) Está bien... por lo
menos a alguien le interesa que le hable de mí.
TONO
E: ¡Impresionante! Con esta data
lo voy a desarmar al Vicente.
P: En nombre de la Cárcel de
Devoto, esperamos que la información brindada le haya resultado de utilidad.
E: Ahora me van a fajar con la
tarifa.
P: Por la plata no te preocupes,
Quiquito.
E: Es como si me escuchara la
máquina esta.
P: Los números después los
charlamos. (TRANS.) Gracias por comunicarse con el Call Center de la Cárcel de
Devoto. Cárcel de Devoto. La cárcel que elegirían los malhechores del primer
mundo... ¡si pudieran!
AUTOR
PABLO MEZA.
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
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