LOS CANTELLI- Kermesse- Formato para radio

OPERADOR: MÚSICA- SE HAN TOMADO TODO EL VINO, LA MONA JIMENEZ-

ERNESTO: (A SEÑA) : Silvia Cantelli se acercó al Padre Pedro, lo abrazó afectuosamente y dándole un beso en la mejilla le dijo que esta era la mejor kermesse de todas las que se habían organizado en las fiestas patronales. La recaudación para la parroquia iba a ser más importante que nunca. Fui testigo de ese emocionado encuentro, y me sentí conmovido. ¡Tiene razón Silvia! El aporte de trabajo de la familia sumado a Don Pascual y sus muchachos, a los sindicatos... ¡Las chicas! Lograron esto. Recorrí con mi vista el patio parroquial donde estaban los puestos...En uno el mísmisimo Don Pascual, vendiendo números y haciendo girar la ruleta para un premio de un equipo musical... en otro Ramón Cantelli dirigiendo un stand donde había que embocar con un aro sobre la cabeza del muñeco de peluche que sería el premio. Lógicamente que a los aros los había "corregido" de tal forma que eran muy pocos  los que entraban en al cabeza de los muñecos...No sea cosa que la parroquia pierda plata.  Otro stand que llamaba la atención era donde los tres fortachones de los Tamontini, que dicho sea de paso me están cayendo simpáticos, levantaban en sus brazos a las integrantes de la liga de madres (Estaban todas) y calculaban su peso a ojo nomás ...La gente apostaba para ver  si el hombre fuerte acertaba. Donde nadie, ni los levantadores, daban en la tecla era con Doña Olga, presidenta de la liga que se decía pesaba más de 100 kilos, pero no...había realizado la dieta de la luna y pesaba: 98. Lo que sí, varias veces se ofreció para que la levanten colaborando con la parroquia, como debe ser. En otro stand Romina acompañada por Leandrito, vendía tipo feria americana prendas de vestir que había donado. El plato fuerte era los besos de las chicas que alberga la fundación  daban en al mejilla de los hombres y algunos pícaros chicos también...Se sorteaba y los elegidos recibían su premio. La cola que se formaba era larga y mientras esperaban algunos fueron sacados de la mano en forma, digamos no cordial, por algunas esposas celosas. Siempre algún desubicado le pedía el número teléfonico a las niñas, pero recibían a cambio una tarjeta roja  con datos de la fundación que las protege... El Padre rebozaba felicidad, la gente se acercaba cada vez más  a las familias, a Don Pascual...Las dudas estaban despejadas...¿Alguien puede tenerlas de estas personas con la cuales el Padre tiene tanta relación? Hasta había representantes del obispado observando todo. ¿Y Tomás? El arcaico Tomás trataba de incluirse en la fiesta pero yo, que lo estudié a fondo, sentía que estaba derrumbado...Tapado por sus alcahueterías sin sentido. Al final el Padre tuvo que imponer su autoridad porque el tema de los besos se estaba desbordando y algunos hombres comenzaron a discutir por el lugar en la fila. Las chicas se estaban asustando y el Padre en persona las tranquilizó. En el salón comedor, hubo un brindis al terminar la noche: El Padre, Don Pascual, las chicas, Romina, Silvia, Ramón, Horacio, Leandrito, Silvita, Oscarcito, los fortachones, y yo...Festejamos el éxito y como dijo nuestro guía espiritual:  Gracias a Dios despejamos dudas...
Una chica al final se me acercó y me preguntó: ¿Usted pertenece a la cooperadora de la Parroquia? No, le contesté, soy un vecino, colaborador, y admirador de la obra del Padre. La familia Cantelli, le dije orgulloso, son mis amigos.¡Salud!