Viena, 30 de Marzo de 1882
Una entrevista para disfrutar e instruirse
Entrevista a Friedrich Nietzsche
He aquí una de las más sorprendentes entrevistas que hemos logrado conseguir. El misterioso Friedrich Nietzsche ha cedido amablemente a revelarnos un poco más de él, dándonos a todos nosotros el placer de conocerlo.
12:45 PM, hall del Palace Hotel. No hay mucha gente, solo se oyen las voces de aquellos que, a pesar del perfecto día primaveral que hoy podemos disfrutar, han decidido quedarse a almorzar en el hotel. El sitio es muy confortable, decorado perfectamente, acorde al glamour del lugar. A lo lejos puedo ver una imponente figura avanzar hacia mi. Un hombre de expresión amable, robusto –alrededor de un metro ochenta de estatura y setenta y cinco kilos de peso- Viste un traje negro de corte casi militar. Debajo de la chaqueta lleva un grueso jersey marrón, de campesino, que le cubre casi toda la camisa y la corbata malva. Le tiendo la mano y lo invito a sentarse en uno de los increíblemente cómodos sillones del hall. Me regala una sonrisa que a la vez calma mis nervios, me siento a gusto.
Amigos lectores, les presento a Friedrich Nietzsche:
¿Cómo le va Sr. Nietzsche?
Muy bien, gracias
Es un gusto hablar con un filósofo como usted, he lído varios de sus libros.
Gracias. Mire, me han llamado filósofo , psicólogo, pagano, agitador, anticristo. Incluso de manera muy poco halagüeña. Pero yo prefiero definirme como científico porque la piedra angular de mi método filosófico, igual que la del método científico, es el escepticismo.
Como guste, me parece muy coherente y necesaria la aclaración. Dígame, cuánto hay de cierto en los rumores que afirman que usted padece una enfermedad desde hace muchísmos años y que últimamente ha empeorado?
(Se toma su tiempo para responder)
En parte es cierto, en parte no. Poseo fuertes ataques de migraña cada tanto, pero no es verdad que han empeorado, es algo que debo soportar hace muchísimos años. Es parte de mi vida.
¿Y como es su vida Nietzsche? Parece usted un hombre muy solitario
Y usted un poco arraigada al decir eso si consideramos que no me conoce.
Tiene razón, disculpe si lo incomodé. Cuénteme, si no es molestia, un día típico en su vida.
Me levanto, salgo a caminar, pienso, escribo, nada del otro mundo.
¿Usted vive en esta ciudad Sr. Nietzsche? Siempre es difícil ubicar su paradero. ¿Viaja mucho?
¡Cuantas preguntas!
Si, pero que llegan a lo mismo.
(Sacó un pequeño peine de su bolsillo para emprolijar su bigote, luego continuó)
Es cierto. Mire, a causa de mi enfermedad, que ya le he comentado, paso mi vida viajando, buscando los mejores médicos. Además hay climas que me favorecen, que cesan mi dolor, ese es otro de los motivos por los que no suelo quedarme en un lugar. Mi casa es mi baúl. Soy una tortuga: llevo la casa a cuestas. Coloco el baúl en un rincón de la habitación y cuando el clima se torna oprimente, lo cargo y me mudo hacia cielos mas altos y secos.
Interesante, pero ¿sus amistades? ¿su familia? ¿no esta casado?
Prefiero no responder a esas preguntas
Bien ¿qué piensa hacer durante los próximos meses?¿Seguirá escribiendo?
Quién sabe? ¿Porqué me pregunta sobre el futuro? Hay que vivir el hoy sin pensar en el mañana, ya que muchas veces eso nos priva de hacer cosas. ¿Ha oído hablar del eterno retorno?
No, explíqueme si no es molestia.
El eterno retorno significa que cada vez que usted opta por hacer algo, lo hace para toda la eternidad. Y lo mismo sucede con cada acto no realizado, con cada pensamiento abortado, cada elección no tomada. Y toda la vida vivida permanece dentro de usted, no vivida por toda la eternidad. Y la voz desoída de su conciencia le hablará por siempre.
¿A que quiere llegar Sr. Nietzche?
Mi filosofía de vida es que no debe vivirse ni desperdiciarse la vida con la promesa de otra vida futura.
Pero es imposible vivir sin pensar en el mañana, uno siempre tiene planes y metas a alcanzar en su vida.
Es verdad, pero ¿sabe que? Son muy pocas personas las que llegan a ser quienes son en realidad. ¿Me entiende? Por ejemplo: quizás un hombre que quería ser actor, que en realidad tenía vocación para eso, decide estudiar medicina. ¿Porqué? Porque justamente piensa en el futuro, en el mañana, en la economía. Se ve influido por la Sociedad, por todos los que lo rodean. Quizás se vuelva un médico famoso y se llene de plata. Pero cuando tenga sesenta años y decida mirar para atrás, se dará cuenta de que no es mas que un mediocre incapaz de haber cumplido con su verdadero sueño.
Lo mismo aquel hombre que se siente mal en su matrimonio y decide no separarse por no hacerle daño a la mujer.
Entiendo lo que me quiere decir, pero me parece un poco extremista. Uno en la vida tiene deberes, no siempre se puede hacer lo que quiere. Refiriéndome a lo que acaba de decir, el matrimonio es un compromiso y no se puede romper asi porque sí, es lógico pensar en la otra persona. Veo que tiene una manera de solucionar las cosas demasiado simple.
Vida hay una sola, y hay que vivirla libremente. La bondad, el deber, la fidelidad son los barrotes de la propia prisión.
Respeto su opinión aunque, como ya le dije, me parece un poco extremista. Dígame, ¿que opina de la poca trascendencia que han tenido sus libros, por ejemplo “Humano, demasiado humano”?
Quizás tengan que pasar años o incluso siglos para que el mundo se de cuenta de la clase de filósofo que soy, el día que me escuchan dejarán de preocuparse por cosas sin importancia.
¿Tiene la esperanza de alguna vez ser reconocido?
¿Esperanza? ¡La esperanza es el peor de todos los males! Yo siempre dije que cuando se abrió la caja de Pandora y escaparon los males que en ella había guardado Zeus, quedó, sin que nadie lo supiera, un último mal: la esperanza.
Aveces es bueno tener esperanzas, es una manera de pensar en positivo
La esperanza no hace mas que prolongar el tormento.
Muy bien Dr. Nietzsche, yo sé que usted se encuentra un poco apurado, por lo que he decidido no robarle más su tiempo. Ha sido una charla muy placentera.
Lo mismo digo
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