OPERADOR: MÚSICA- BANDA DE LA PELÍCULA EL GOLPE.
ERNESTO: (A SEÑA): Me hace bien recordar el pasado. Cuando en mi barrio había códigos y las chicas lindas eran cortejadas de manera romántica. Las parejas se casaban para toda la vida y bueno...todo lo que ustedes saben. Silvia vivía a 5 cuadras de la casa de Rafa y de la mía, ya saben que siempre fuimos vecinos. Ella era y es una de las caras más bonitas de estos lares. En algún momento se me había ocurrido acercarme pero Rafa me ganó de mano y está bien...¡Miren que pareja formaron! ¡Miren los hijos que tuvieron! Lástima que el lugar en que Rafa pudo cambiar alguna palabras con ella no fue en una circunstancia romántica. Había una gran tienda en el barrio cuyo dueño era el Turco Ramón Sarim...Los shoppings actuales no existían y era el lugar de compras donde se conseguía desde un botón hasta un Anís Turco. Ropa para la familia, trajes para el caballero, todo. Silvia tenía un problema, por suerte superado... La maldita enfermedad o adicción de llevarse alguna cosita entre sus ropas sin pagar...(PAUSA) (ALZA LA VOZ) ¿Y qué? El que sea perfecto que tire la primera piedra. Un día el turco, que se paraba en la puerta del negocio tal cual hacen los turcos, observando todo...Esperó con intenciones de requisa la salida de Silvia quien momentos antes se había encontrado "De casualidad" con Rafa dentro de la tienda y le "Arrastraba el ala" como decíamos en mi época. A salir, el turco pide revisar a Silvia, que en plena adolescencia, se sintió muy mal. El turco insistía y llamó a su mujer, para que revisara a la casi niña. Reconoció, con gran verguenza, que había guardado unos esmaltes de uñas que se ´"Había olvidado de pasar por caja"... Allí aparece el galán y don de gente de Rafa...se hace cargo de abonar la mercadería, conversa y aplaca las iras de Ramón prometiéndole descuentos en los volantes que le imprimía con su padre, Don Nicola, en la imprenta. Al salir consuela a Silvia, que logicamente estaba sumamente avergonzada...¡Y nace el amor! A partir de allí no se separaron más. Rafa la ayudó con un tratamiento que curó a Silvia completamente de esa fea adicción que le duró unos años con varias recaídas ... Hasta convertirse hoy en esa mujer fenomenal y madre ejemplar. Pero hay algo que a mí nadie me saca de la cabeza: Lo del turco fue venganza contra el padre de Silvia. Lo acusaba de haberle vendido un lote de las llamadas "Ollas a presión" de esa época. Parece que era muy bajo el precio de la marca "MIC" y el turco compró como cien...¡La cantidad de clientes que venían a reclamarle que al ponerlas por primera vez en el fuego se ponían todas negras! Mi mamá le había comprado una. El padre de Silvia, ante el reclamo del turco le contestaba: " ¡Y qué querés con el precio que las pagaste! El turco estaba que estallaba. ¡Menos mal que no le compró el lote de alfombras "Persas"! Sino lo hubiera asesinado. Está bien, digamos que Silvia tenía un problemita, pero estaba en la mira por su padre. A veces los hijos pagan los errores de los padres. Rafa todo un caballero terminó conquistando a Silvia. A veces de una circunstancia adversa, nace el amor para toda la vida. Con el tiempo todo queda en el pasado y sirve para forjar este presente feliz....¡Pucha, lástima que falta Rafa! ¡Pero está su recuerdo permanente! Ese recuerdo es pilar para estos chicos que conforman la familia que hoy son, mis amigos Los Cantelli.
OPERADOR: MÚSICA- BANDA DE LA PELÍCULA EL PADRINO.
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