Y lo peor es que estoy consciente de que tuviste razón aquella vez que preguntaste qué es lo que estoy esperando. Me dijiste que debería de haberme cansado de buscar amor donde sólo hay sombras y que debería de dejar de espera cosas imposibles. Tu amor, según tú, es una de esas cosas imposibles.
Y sé que las esperanzas son nulas porque tú te has encargado de anular esos pensamientos románticos que una vez ilusamente tuve. Mataste lentamente a una enamorada empedernida que buscaba en tus ojos todo aquello que sentía ausente en sí misma.
Pero no estoy arrepentida. Aprendí que el amor es así: sufre transformaciones y te transformas de acuerdo a lo que sientes. Puedo decir que la transformación que llegó contigo fue una de esas que duelen, pero que no te arrepientes de haber sufrido. ©
—Paola E. Haiat
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario