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miércoles, 1 de agosto de 2012

EL OTRO YO DEL DOCTOR

EL OTRO YO DEL DOCTOR
AUTOR: ENRIQUE DI BAGGIO

Capítulo 4

Bloque 1.

Quiroga antes de ir a su casa fue a visitar a un viejo conocido: Gino, dueño de un  bar de encuentros muy visitado de la calle Ayacucho, en Recoleta. Al verlo el efusivo Gino lo buscó para abrazarlo...Muchas veces Quiroga lo ayudó cuando algunos policías no muy decentes lo acosaban. Y él también lo ayudó con información. "¿Sigue tomando aquel cocñac servido en copa caliente? Le pregunta antes de sentarse en una mesa con él...El comisario sonrió...Y le dijo que sí...Gino conocía sus gustos. Sonaba un bolero acaramelado y Quiroga observaba a su alrededor esas almas en apariencias alegres pero también solitarias que viven en la noche...Que gozan en la noche y que a veces, se pierden en la noche.

Bloque2:
Luego de intercambiar recuerdos Quiroga apunta la charla hacia la gente de ese ambiente nocturno. Común denominador que escuchó en los informes sobre Raúl. Va al grano y le pregunta si alguno de sus cliente tiene que ver con el mundo hospitalario. Gino le responde: "Que seguramente habrá...Puden ser doctores o ayudantes...Pero que acá nadie habla a lo que se dedica. Buen cliente es que paga con su sueldo o con lo que sea. Hay algunos aparentemente más importantes que vienen a buscar gatos o Taxis para fiestas privadas...¡Usted sabe que yo no tengo nada que ver con eso!" Aclara. El lugar se va llenando de a poco...La luces tenues y las voces bajas que casi susurran lo hacen un lugar especial para la charla. Gino le pide que le cuente exactamente que pasó...¿Qué está investigando? ¿Qué quiere saber? Someramente Quiroga le cuenta algunos detalles de la personalidad de Raúl y de sus amigos de la noche...El hombre le hace una reflexión valiosa: " Hay algunas personas que se sienten como pez en el agua con gente del ambiente...Sin importar la orietación sexual que tengan...Se hacen amigos y hasta los protegen. Si ese hombre salía con ellos ya como amigos desde su casa, sin duda no era un cliente aunque quien sabe recibía algunos favores sexuales... La noche a veces crea esos seres sobreprotectores....La noche, querido comisario, es una amiga tentadora pero peligrosa" Quiroga terminó su cocñac y se despidió cariñosamente de su afintrión... La charla le dió información de primera mano sobre las personalidades nocturnas. A veces por intuición, otras por experiencia  siente que todo lo que hablaron le será de utilidad. Antes de irse Gino le pidió que vuelva pronto y que por favor le diga  como continúa esta historia que investiga. Sonriente el Comisario le dice que espera volver pronto...Pero con el final ya escrito. Cuando subió a su auto y lo puso en marcha recordaba una de las últimas frases "La noche crea esos seres sobreprotecores".  


Bloque 3:

La reunión de sus detectives y Quiroga comienza puntual...Algunos con un poco de sueño casi arrastran la silla para acercarla al escritorio del "Comi" El aroma al café recién hecho y las tosecitas nerviosas  son escenas que Quiroga vivió miles de veces en sus 30 años de carrera.Guiado por su instinto continúa sin saber saber bien  qué lo llevo anoche a ver a Gino. No esperaba encontrar que allí fuera el lugar del occiso....Pero aprendió algo  más de las personalidades que frecuentan esos lugares de la forma digamos amigable con la que se relacionaba Raúl. Es como un escritor cuando no sabe como seguir la historia recurre al perfil de los personajes y allí encuentra respuestas.
Aguado se encargaría de hacer averiguaciones en el hospital. Pezoa entrevistaría a César el amigo gay de Raúl. Chaparro volvería al edificio con al intención de averiguar algo más de esa misteriosa mujer...Quien sabe el ayudante recuerda algo, le indicó Quiroga. "Mañana quiero lo que averiguaron acá a la misma hora y por el mismo canal" Murmullos entre los detectives comenatndo lo que haría cada uno...Quiroga interrumpe: ¿Nadie me pregunta que voy  a hacer yo? . Silencio. Nadie se atreve. El mismo se contesta: Yo voy a ir  a ver al Doctor Bocchino...Seguro lo conoció bastante a Raúl.

FIN DEL CAPÍTULO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida desenfrenada de la noche no trae nunca nada bueno, y los chantajistas o extorsionadores siempre terminan mal. Analía

El buscador de Parque Chas dijo...

ANAHÍ: Coincido muchacha. Es un mundo aparte con códigos y reglas.
Gracias
Unn beso