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lunes, 23 de enero de 2012

¿DÖNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 3

BLOQUE 1

El ruido metálico del oxidado tacho que le acerca Metralla sirve de fondo para la frase de Quiroga: “¿Sabés en lo que te estás metiendo?” Con la vista fija en él le “disparó” a quemarropa uno de sus últimos cartuchos, quizá el último, para lograr salir de allí. Conocía los rasgos psicológicos de Metralla…recordaba todo su prontuario…No era un tipo violento. Tampoco había tenido grandes causas, solo cayó fuerte arrastrado por la banda del Negro. Metralla, era un apodo sobre un pequeño tartamudeo que todavía era visible al hablar. Nada ver con la violencia. La mirada que devolvió no fue de rechazo. Quiroga subió la apuesta: “Si contactas a Pezoa él te puede ayudar a zafar de esto y a mí me puede liberar”. Ya no sonreía socarronamente. Escuchaba al policía que, sin duda, reflotó miedos internos. Era mucho en lo que estaba involucrado: Raptar y seguro matar a un ex jefe de Homicidios de la Federal…era demasiado. “Sabés lo importante que es Pezoa en su laburo”. Metralla solo lo miraba seriamente. “Pensalo, estás libre y no tenés que volver a la cárcel” “Si el negro cae…estaba vez va ser definitivo” “Vos no tenés que vengarte de nadie…y de esto, Pezoa y yo te hacemos zafar”. Las palabras giraban una y otra vez dentro del cerebro primario de Metralla. Quiroga se preguntaba si tendría resultado su estrategia…Se sentó en el suelo apoyando su cabeza en la pared, cansado…se pudo escuchar un pequeño golpe de su nuca contra ella. Metralla salió por esa maldita y única puerta llevando adentro un dilema. Su silencio, ante las palabras, era un buen indicio.

BLOQUE 2

La familia unida en la búsqueda de Adalberto, el amor de Bárbara. El padre ejemplar…el policía de alma que también tenía a la federal en vilo. Las reuniones en la casa se sucedían…habían localizado la última señal del celular…pero eran piezas de un rompecabezas. Pezoa le comunica a Pablo, hijo de Bárbara que estaba buscando sospechosos entre los que habían puesto presos en los últimos años…tampoco descartaba una venganza de ex policías con cuentas para saldar con ellos o... ¡Cualquier cosa! …Pezoa había llamado a un colega, Ramírez, que hacía lo que él por su estado no podía. Todos buscan a Quiroga. Pasaron tres días y ninguna comunicación. Bárbara rezaba con fe y desesperación. Trataba de estar entera, especialmente por la hija de Quiroga, Ariana, que realmente estaba desconsolada. Martín ayuda a la policía con datos, búsquedas, deambulaba por todos lados donde imaginara podía tener algún indicio. Los hospitales, las pericias al auto, todo estaba en revisión. En un momento de la tercera noche, Bárbara, se encerró en el baño y lloró silenciosamente, acallando dentro de él los gritos de desesperación que hubiera emitido. Nadie escuchó y percibió ese momento desconsolado y solitario donde salió a relucir toda la angustia contenida.

BLOQUE 3

Pezoa analiza con un ayudante algunos personajes que pasaron por la vida de Quiroga. Había varios con motivos suficientes para odiar al policía, incluyéndolo a él, su mano derecha. Entre nombres e hipótesis una llamada ilumina la cara de Pezoa: Metralla Gomez se comunica con él y comienza a contar sobre Quiroga. Antes se asegura una y mil veces cuál va ser su rol y como iba a zafar de esto. Pezoa no duda en ningún momento, sabe que Quiroga hizo algo para convencer a este hombre. ¡El comisario estaba vivo! Ahora había que buscar la forma de liberarlo. Mientras, Quiroga, recibía un tremendo baldazo de agua helada y un grito: ¡Despertate!

FIN DEL CAPÍTULO

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un buen comienzo para esta historia policial, es muy rica en imagenes que me gustaría poder escuchar en radio. Alberto Capital

Anónimo dijo...

Hasta ahora tiene suspenso, y todo hace preveer que el tema se va a poner muy denso. María Capital

Anónimo dijo...

Debe ser terrible para un policía caer en manos de estos dlincuentes.Me gusta como estás llevando la historia. Verónica

Anónimo dijo...

Estoy pegada como una sopapa frente a la compu leyendo esta historia de suspenso y me la estóy devorando. Me encanta y ya me atrapó , tanto que estoy sufriendo como si fuera la esposa. Lucero

Anónimo dijo...

Estoy pegada como una sopapa frente a la compu leyendo esta historia de suspenso y me la estóy devorando. Me encanta y ya me atrapó , tanto que estoy sufriendo como si fuera la esposa. Lucero

Anónimo dijo...

Las imagenes, los sonidos, las caras, se suceden a un ritmo vertiginoso en mi cabeza, puedo sentir, ver, oler, es impresionante lo que estas logrando, estoy sufriendo con Quiroga, como si estaría ahi con el . Franco.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dicen los otros lectores, las imágenes se suceden de una forma, que el relato cobra vida en tus palabras, un policial de suspenso atrapante, Dalila

El buscador de Parque Chas dijo...

ALBERTO: Estoy empezando a llevar carpetas a productoras con los contenidos de este blog que están todos registrados. El apoyo de ustedes es mi carta de presentación y quien sabe logramos, entre todos, poder escuchar esto.
Un Abrazo y gracias.

MARÍA:Ojalá te siga gustando. Gracias
Un beso.

VERÓNICA: Si y más un policía como Quiroga que es un fenómeno en lo suyo. Me alegra que te guste, vos siempre publicas comentarios de apoyo.
Un Beso

LUCERO. Buenísimo que puedas vivir esta historia de ese modo. Deseo cumplir tus expectativas en lo que falta.
Un beso.

El buscador de Parque Chas dijo...

FRANCO: ¡Eso que decís es radio! Esas sensaciones son las que producen las historias que nos llegan. Gracias
Un Abrazo

DALILA: ¡Gracias muchacha! Me alegro que te guste. ¡Me encanta tu nombre!
Un beso grande