Translate

Vistas de página en total

martes, 24 de enero de 2012

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 9

BLOQUE 1

Quiroga sabe que la estrategia de esta batalla marchaba por el buen camino. Pero faltaba para ganar la guerra. Pezoa, su familia y lógicamente él mismo estaban más expuestos que nunca. Bárbara lo apoyaba, los hijos de ella también, su hija igual pero ninguna vigilancia puede detener a un personaje siniestro que lo culpaba de todos su males. Por eso, lo principal sería enojarlo tanto que quisiera enfrentarse cara a cara con él…sin afectar a nadie más. Se había comenzado un sumario contra los guardias que lo vigilaron en su huida. Tenía una espina clavada con ese asunto. Nadie que ama ese uniforme puede hacer escapar a semejante personaje. Repasaba hoja por hoja el expediente del Negro, buscando un resquicio para saber donde podría estar escondido. Pero nada nuevo aparecía en el horizonte a pesar que sus amigos jefes hacían todas las redadas posibles. Llamadas que iban y venían….dos semanas sin novedades.

BLOQUE 2

Yoly estaba preocupada, el Negro le dijo que al siguiente viajaría hacia Buenos Aires. Se había rapado totalmente su grueso pelo negro y su barba y bigote de varios días junto con los guisos de Yoly que le hicieron aumentar un poco de peso habían variado su fisonomía. Un gorro y campera con cuello enorme hicieron el resto. Yoly fue hasta la pequeña terminal y sintió el ruido de la puerta del micro cerrarse y el mismo arrancar hacia su destino. No había intentado convencerlo que no vaya. Conocía que el Negro cuando tomaba una determinación no volvía atrás. Hay cosas en las personas que no cambian con los años. Cuando la saludó desde la ventanilla sólo levantando el brazo como obligado, Yoly temía que no volviera nunca, que esa “dicha” de tenerlo con ella, termine en ese viaje. Ni siquiera le preguntó para qué iba: Nunca se lo diría.

BLOQUE 3

Dos balazos en la cabeza y uno en el tórax con salida por la espalda, terminaron con la vida de Metralla. Había ido a visitar a su hijo de 6 años, a espalda, incluso, de Pezoa, que le había pedido que no lo haga todavía ya que no sabía si el Negro conocía que él lo entregó. Pero el Negro no lo sabía. Solo sospechaba, pero si estaba casi en libertad pensó era porque recibió algún “premio”. Conocía donde encontrarlo…golpeó la puerta de la humilde casa de Temperley, entró amenazando a la ex esposa de Metralla y delante de ella y de su hijo disparó, sin mediar palabra, a quemarropa , Metralla  cayó ensangrentando sobre las vías del tren eléctrico con el que jugaba con su hijo. Salió con tranquilidad, perdido en la oscuridad de la noche, desapareció. Tres días después, Yoly lo recibe nuevamente en su casa… ¡Volvió Yoly! Volvió. Estaba contento, sentía que había cumplido con su deber. De paso Quiroga no podría decir que estaba en decadencia. Él se iba a dar cuenta quien fue el autor y sentiría por lo menos respeto. Fue duro el golpe para el comisario y también para Pezoa, que estaba dando sus primeros pasos sin muletas. Bárbara tiene una conversación con su esposo tratando de convencerlo de que deje en manos de sus ex camaradas el caso. Es el miedo lógico de sentir que puede perderlo, ya que es evidente que el Negro está dispuesto a todo para cumplir su venganza aún a costa de ser detenido o muerto por cumplir con ella. Es un hombre enceguecido. Quiroga, con todo el amor y comprensión, le explica que ahora más que nunca hay que hacer que salga de su madriguera ya que alejado o no del caso, de hecho lo estaba oficialmente ya que era un ex comisario, el Negro lo seguiría buscando como lo hizo el día del rapto. Un beso y un abrazo le transmitieron a Bárbara toda la seguridad de quien está por el camino correcto. Al cerrar los ojos, a Quiroga le pareció que “escuchaba” los 3 disparos que abatieron a Metralla delante de su inocente hijo.

FIN DEL CAPÍTULO     

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un policial de alto voltaje de suspenso, que me tiene atrapado desde el principio hasta el fin. federico

Anónimo dijo...

Estos tipos como el negro son personas enseguecidas por la ira, la fustración, y esos mismos sentimientos lo van a llevar a equivocarse y a perder. Luciana Capital

Anónimo dijo...

Estos locos están en todos lados, ningún policia está exento de estos inadaptados, lástima, Hay muchos Quirogas, que caen en manos de delincuentes, ojalá que salga adelante y ganen esta vez los buenos. Micaela Capital

Anónimo dijo...

Que feo es estar viviendo con miedo , solo porque un desquiciado quiere venganza, es difícil la vida de la familia de los policías. Ayelen Rosario

El buscador de Parque Chas dijo...

FEDERICO: ¡Gracias muchacho! Es para ustedes...
Un Abrazo

LUCIANA: Es como decís...Enceguecidos de venganza.

MICAELA: Tenés razón...La locura está en todos lados...Gracias pro el comentario
Un beso

El buscador de Parque Chas dijo...

AYELEN: Es horrible vivir amenazado. Es una condena para el perseguido pero también paar el perseguidor que está enceguecido.
Gracias - Un beso

El buscador de Parque Chas dijo...

LAS CHICAS TIENEN UNOS NOMBRES HERMOSOS: AYELEN,LUCIANA,MICAELA...COMO OTROS QUE ESTAN EN COMENTARIOS. EL ESCRITOR LE DÁ MUCHA IMPORTANCIA LOS NOMBRES YA QUE MARCAN LA PERSONALIDAD DEL PERSONAJE. POR ESE MOTIVO ESTOY MUY ATENTO.
LAS FELICITO.
UN BESO A TODAS.