Te busqué por todos lados. Sos famosa y pensé encontrarte aunque sea solo tu imagen en alguna emisión de televisión de aquellas en las que te gusta estar. Pero no, ni allí te vi. Esperaba una respuesta tuya sobre la oscuridad en la que me sumergiste. Pensé que me ibas a dar mil excusas...Seguramente culparías a otros. Pero desde hace diez años sos la responsable máxima de lo que pasa a mi alrededor.
Fuiste de Harvard a Vietman...Fuiste a recibir la Fragata que alguna vez perdiste por ineptitud. Pero no te puedo encontrar cuando hay gente retorcida en un vagón que arrastra corrupción. Tu palabra seria un paliativo para el dolor...Pero no, estabas ocupada. Pienso que en tu vida nadie alguna vez te dio cariño, por eso sos así.
Ahora, en la oscuridad...Sin luz y casi sin energía porque estoy exhausto...Pienso en vos y en tus obras en las cuales te comparas con los egipcios y me dan ganas de llorar...No puedo pedirte sensibilidad, a esta altura sería una utopía. ¡Qué paradoja! No te elegí para mí vida y llevo 4 años con tu esposo fallecido, 5 con vos y me faltan casi tres más...Retándome por pensar distinto...Amenazándome...Diciendo que no compre dólares que es ir contra el país mientras tu AMADO fabrica billetes que cada vez valen menos. Sé que algunos que te aplauden van a pegar el salto cuando falte poco para que te vayas, porque algún día vos y el ingeniero escombros se van a ir, ya que son lo mismo a pesar de las formas distintas. Pero yo voy a estar ahí, siempre que vos no decidas lo contrario.
No te voy a dejar a oscuras como me dejas vos...Te voy a invitar a ver alguna película de Darín o algún documental sobre Dilma...No quiero faltarte el respeto y decir barbaridades que solo vos podes decir. Pero por favor: ¡Dame luz! No me dejes a oscuras. Después de todo vos dirigís el destino de todos y de todas. Te juro que si me ayudas voy a rezar por la salud de ese venerable amigo tuyo Venezolano que el otro día en su delirio por la fiebre que lo aqueja vio a una enfermera sana y decretó que le expropien la salud a ella para la lucha de la revolución. Pero como eso es imposible, recemos.
En la oscuridad sé que solo vos y nadie más, podrá darme luz. Tengo esperanzas...En esta oscuridad solo me queda eso. La comida se me pudrió en la heladera y tuve que socorrer a ancianos y chicos...Pero sé que vos que sos nacional y popular vas a ayudarnos. Después de todo, ¿Qué son más de dos mil cortes con 45 grados de calor? Solo anécdotas en una Argentina que va camino al triunfo...No sé como se llega a eso sin energía pero confío en vos... Sos la única que puede sacarme de la oscuridad. ¡Dios te ilumine! Perdón, por la palabra...¡Dios te bendiga!
AUTOR:
ENRIQUE DI BAGGIO
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