EL COLOR DE SU PIEL.

Posaba para él, las luces y las sombras  mostraban su rostro... Anguloso y sensual con ojos apenas rasgados  que   con solo parpadear giraban la tierra y era puesto en el lienzo con su pincel mágico. Casi desnuda mostraba apenas sus pechos que insinuantes desafiaban al deseo...Sus piernas recogidas debajo de su cuerpo no podían disimular esas formas geniales...Su cabello castaño apenas ondeado con el largo ideal daban marco justo a la belleza total. Pero había algo que él pensaba no poder plasmar tal cual se veía: La piel impecable que a gritos pedía caricias. Los sueños lo llevaban  una y otra vez a esa mujer que tenía enfrente por horas apenas vestida con trazos de tela blanca que  tapaban  un poco su cuerpo casi desnudo. Sabía que el cuadro debía terminarse...¡Sabía que no podría contenerse! Trataba de buscar en la profundidad de la mirada la repuesta que buscaba...Pero solo le sonreía sin dar indicios como sabiendo que ese hombre se jugaría a todo o nada. Dejó su pincel y avanzó hacia ella le dijo "quieta" y con su mano corrigió la postura de su mentón...Solo tocarla y la mirada de ella cambió...Los ojos se encontraron y él la besó....Entrega total...Sobre esa misma tarima mezclaron su deseo ...Se pasaron humedades entre gemidos mientras sus cuerpos se movían al compás de la pasión...Cuando la tuvo sobre él, ella cambió aún más esa expresión con la que posaba y subía y bajaba ...Desbordaba sexo en cada movimiento más de lo que su imaginación de pintor pudiera pintar...Los colores pasaron como arco iris por su mente cuando el orgasmo llegó. ¡Así la sintió! Imposible de llevar a un cuadro. El marco que guardaría toda esa intensidad era su cuerpo que recibió a una mujer angelical convertida en una diosa total...El cuadro está sin terminar...No podía verla como antes...Solo tocarla lo llevó a mundo del no retorno...Nunca,  se lo repetía una y mil veces,  podría plasmar esa piel tal cual él la sentía. Prefirió dejarlo así, como la veía antes...Hoy ya los colores eran otros y las luces y sombras dormían a su lado...En su cama...En su vida. 

AUTOR: 

ENRIQUE DI BAGGIO 
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SIN AUTOR NO HAY OBRA.